El mejor lugar para estar en Tamarindo.
Las habitaciones eran buenas; el personal era muy amable, servicial y extremadamente atento. Nos hospedamos frente al edificio principal, y sinceramente, fue una gran elección. Allí tienen una piscina encantadora, y los guardias de cruce son extremadamente atentos. Además, el hotel está en el centro del pueblo, a poca distancia de todo, justo en la playa con vistas fenomenales al atardecer. Nos fuimos con ganas de más.